Rustiqueo de lujo en Hummer

Cuatro horas de paseo en un automóvil elegante y de doble tracción, en el que se puede vivir la aventura en carreteras de tierras, en medio de paisajes casi vírgenes

Las camionetas Hummer han causado un gran revuelo en el mundo. Su diseño original fue ideado para uso militar, pero lo atractivo de su carrocería y su potente motor, hicieron que grandes estrellas del cine y la música quisieran tener una. Es así como se crea el modelo comercial, que se expandió por muchos países.

Gracias a su gran potencia, las Hummer se han comenzado a usar en la industria del turismo. Todas las Islas del Caribe cuentan con excursiones en estos carros y Margarita no podía quedarse atrás. Carlos Carstens, de la empresa Highberg Tour, que hizo famoso a los jeeps safaris, es quien ofrece este singular paseo.

A bordo de una H2, segundo modelo más poderoso de este tipo de camionetas, los turistas pueden gozar de un recorrido de rustiqueo de lujo hacia Punta de Tigre y el lado seco de la Laguna de La Restinga (Macanao). Las rutas tomadas están autorizadas por el Instituto Nacional de Parques, pues la idea es no causar daño al ambiente con la intervención de los vehículos.

Recorrido
No importa donde esté hospedado, la gente de Higberg lo busca a la hora que usted desee, para mostrarle lo más lindo de la Isla, en un calmado recorrido por la vía de Taguantar (que comunica a Juangriego con la autopista Juan Bautista Arismendi) y se explica todo lo referente a la geografía, flora y fauna de la región.

El istmo de La Restinga se distingue con facilidad desde este punto y esto causa gran curiosidad a los foráneos, quienes escuchan con atención toda la explicación que les da su guía. A la derecha del recorrido está Punta de Tigre, este es el punto de clímax del paseo, pues allí están las montañas de tierra por donde la camioneta y su conductor demostrarán todo lo que se puede hacer con esta máquina.

La explicación del conductor contigua y los turistas aprenden un poco de la historia de la Isla al pasar frente al museo de la música y el folclor, Pueblos de Margarita.

Aunque el carro puede desarrollar mucha velocidad, el recorrido se hace a unos 80 kilómetros por hora, para que los visitantes puedan disfrutar del confort de este vehículo. En este punto se explican todas las funciones de la camioneta, que es parte de la información que el usuario desea saber al comprar este paquete turístico.

Unos 25 kilómetros más adelante está la entrada a la aventura. Comienza la carretera de tierra, es la misma que conduce a la parte costera de la Laguna de La Restinga y la extensa playa con el mismo nombre.

Se llega al pueblo El Maguey, donde se hace una pequeña parada para que los turistas conozcan y degusten los frutos silvestres y, posteriormente, la adrenalina sube al máximo, pues el camino se torna muy irregular con pendientes de hasta 45 grados, que la camioneta pasa sin ninguna dificultad y que resultan muy divertidas para los amantes de los automóviles de doble tracción.

La segunda parada es en la punta de uno de los cerros más alto que escala la Hummer. La vista es impresionante y, bajarse para comprobar lo que el carro ha recorrido resulta muy interesante.

Toda esta aventura está aderezada con la música especial para la ocasión, pues al ritmo de la misma el conductor hace que se desplace la camioneta. La bajada es similar a estar en una montaña rusa, pero con amortiguación sutil.

Así se llega nuevamente a playa El Saco, la tranquilidad retorna y los pasajeros disfrutan de la extensa costa que llega al embarcadero de la laguna. Antes de esta estación, la parada para observar aves es ideal para calmarse y deshacerse de la adrenalina anterior.

Pelícanos, flamingos y otras aves que se posan en los manglares de La Restingan son observados a los lejos. Dentro de la camioneta hay binoculares para cada pasajero, a los fines de que puedan ver todo lo que deseen, por el tiempo que deseen.

Para terminar el paseo, qué mejor espacio que la playa de La Restinga. En este punto se toma el refrigerio del día y se disfruta de la brisa la marina. Comer ostras recién sacadas es la actividad que más disfrutan guías y pasajeros. Después comienza el retorno.